La gestualidad no se limita a lo individual. El cuerpo es movimiento. Ese movimiento genera interacción con el entorno. La actividad humana genera productos que a su vez incitan a la actividad. Ya sea de una manera fáctica o simbólica. La sociedad se moviliza en grupo a través de acciones cotidianas o puntuales. Dichas acciones confirman o modifican la propia estructura social.
“Leemos” los gestos, desde los movimientos apenas perceptibles de los músculos faciales hasta los movimientos más impresionantes de las amasas de cuerpos que se llaman “revoluciones” Flusser, Vilém. Los gestos. Fenomenología y comunicación. Ed. Herder Barcelona 1994

Deja un comentario